Esta es una pequeña historia de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Aquí se encuentran datos relevantes como de donde nació la idea de que este sector de La Dalia tuviera una parroquia, el porqué de su nombre, quiénes fueron los donantes del terreno, cómo se recolectaron los fondos y, en sí, como se logró que fuera una realidad.

 

CÓMO SE INICIA LA PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESÚS

 

Todo se inicia alrededor de los años 1961-1962 cuando llegó el Pbro. Francisco Hernández como párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que era la única parroquia que existía en el municipio de Marinilla. En  este  entonces el sacerdote propone la idea de realizar unos festivales que llamó  “El aguinaldo del Niño Dios”; el objetivo era recoger fondos  para los niños más necesitados del municipio. La gente se reunía  a realizar diferentes actividades para entregarle los fondos  al sacerdote el día 25 de diciembre. En todo el año se realizaban distintas festividades y siempre el barrio de La Dalia se reconocía como el sector  más colaborador y por lo tanto era el que  más fondos recogía.

Hacia el año de 1965 el Presbítero Gilberto Gómez, Vicario de la Parroquia de la Asunción, trabajaba con el Movimiento Familiar Cristiano. En este tiempo formó el movimiento con algunas parejas de la comunidad de La Dalia, y es en una de esas reuniones donde nace la idea de crear una obra que quedara para siempre en esta localidad, dado que era una comunidad muy comprometida en la parte espiritual, y de igual forma en pequeños proyectos que se proponía la Parroquia central para recolectar fondos para las personas necesitadas.

 

En aquel entonces  vivía en este sector una familia muy devota a San Joaquín y Santa Ana: los Zuluagas. Ellos realizaban un festival en honor a estos santos cada año en el mes de julio, donde daban donaciones para los pobres. Esta celebración tenía mucha acogida por todo el  municipio y era muy reconocida, tanto que para las instituciones educativas de La Dalia ese lunes se desescolarizaba. La familia Zuluaga daba todo para los bazares, los ranchos y demás, y la comunidad se encargaba de trabajar; también de estas fiestas se recolectaron fondos para la construcción de la capilla. En una de las Eucaristías de estas fiestas, el Pbro. Francisco Hernández en su predicación propone construir un templo en este sector; sin embargo, más adelante él fue uno de los opositores para que esta obra se hiciera.

 

Un grupo de fieles del barrio La Dalia, la mayoría pertenecientes al Movimiento Familiar Cristiano, deciden darle inicio a este proyecto y le presentaron la inquietud al Pbro. Gilberto Gómez. Ellos pidieron la celebración de la Eucaristía en el sector y crear una capilla. Él  les sugirió recoger firmas en todo el barrio y enviarlas junto con una carta que él mismo redactó para ser llevada al entonces Señor Obispo Monseñor Alfredo Rubio Díaz. La tarea de recoger las firmas fue realizada por las señoras Lucía Arbeláez Rojas, Eva Gómez y Ana Arango.

 

El Presbítero Francisco Hernández en ningún momento estuvo de acuerdo con la construcción de otra parroquia. Según él y algunos dirigentes políticos porque esto se daba para  dividir la comunidad en dos partes. Pero a pesar de la oposición, el Sr. Obispo autorizó a la comunidad para que se empezaran a realizar las Eucaristías los días domingos e iniciaran la recolección de fondos, los cuales se obtuvieron con la venta de empanadas los sábados, la típica Familia Trebejos que salía a recolectar fondos por todo el pueblo y también  serenatas en las casas.

 

Inicialmente se pensó que la Parroquia iba a tener la advocación de San Joaquín y Santa Ana por la ya conocida romería; pero no fue así, debido a que en la Diócesis ya existía la Parroquia San Joaquín y Santa Ana.

 

Aproximadamente durante dos años el Pbro. Raimundo Monsalve, quien fue un gran impulsor en toda esta obra, celebraba  la  eucaristía a un lado de un parque que existía en el sector y que se mantenía cercado. En él había un monumento al Sagrado Corazón de Jesús rodeado de un jardín que la comunidad  se encargaba de cuidar.

 

Después  de algún tiempo, la familia los Zuluagas, en cabeza de los señores Floro  Zuluaga y Enrique Zuluaga, deciden donar el terreno donde más tarde se construiría la parroquia, además del Parque del Sagrado Corazón de Jesús. En aquella época no existía la autopista Medellín – Bogotá.

 

Cuando se tenía el terreno y con los fondos que existían, que en ese entonces eran $350 se contrató un buldózer  para empezar los trabajos de movimiento de tierra y aplanar el terreno. Era admirable ver familias completas trabajando, niños, jóvenes y adultos.

 

En el año 1966, el día anterior a la bendición de la primera piedra por parte del Sr. Obispo Alfredo Rubio, se trabajó en el terreno hasta las 2:00 am, y el gran día la gente madrugó a barrer y limpiar. Después de la bendición se invitó al Señor Obispo a un banquete en casa de la Sra. María Hurtado, más conocida como la casa de los Arcilas.

 

La Familia Zuluaga colaboró con la estructura de la parroquia, y el ingeniero contratado fue un sacerdote salesiano, el  Pbro. Jesús María Giraldo, quien también estaba trabajando con la construcción del templo San Cayetano en La Ceja. Las dos obras se hicieron al mismo tiempo, sólo que la de San Cayetano se hizo como estaba en el modelo original y la del Sagrado Corazón de Jesús sufrió unos cambios con respecto a la maqueta; entre ellos el techo de la parroquia fue un metro y medio más bajo debido a que por aquel tiempo el Concilio Vaticano II, recomendó construir  templos sencillos y además la parroquia no contaba con los suficientes recursos económicos.

 

La estructura como tal se empezó a construir en el año 1967. Entre algunos maestros de obra de la comunidad estaban los señores Arturo Ramírez, Lino Cardona y Miguel Ramírez; la estructura del templo tardó dos años. Las personas a pesar de su pobreza, colaboraron con trabajo y nunca se tuvo el apoyo de la parroquia central para ser edificada.

 

En el año de 1974  fue nombrado como párroco de la Parroquia de la Asunción el Presbítero Adolfo Duque Arbeláez, hijo de esta ciudad, quien se mostró muy interesado en hacer la parroquia en el barrio La Dalia, para lo cual agilizó todos los trámites.

 

El día 17 de enero de 1975, mediante decreto 003-75, Mons. Alfonso Uribe Jaramillo creó la nueva parroquia, la cual consagró al Sagrado Corazón de Jesús y señaló el 19 de enero del mismo año para la inauguración de la nueva parroquia y posesión de su primer párroco. Mons. Adolfo Duque Arbeláez fue designado para presidir la inauguración de la nueva parroquia.

Bajo decreto 004-75 del 17 de enero de 1975, Mons. Alfonso Uribe Jaramillo nombró como primer párroco al Presbítero Alberto Henao Valencia, para quien el interés principal fue formar una comunidad, una Iglesia en  comunión, un pueblo que trabajara unido; a él le interesaba más  la vida espiritual que las obras materiales. Por esta razón la parroquia empezó a distinguirse por la solidaridad cristiana, la comprensión, el cariño, la ayuda a los pobres y por la vivencia de la Eucaristía.

 

A la fiesta de inauguración asistió gran cantidad de fieles; entre los sacerdotes que acudieron se recuerda:

Pbro. Uriel Vásquez Gallo, en ese entonces canciller de la curia y quien fue el encargado de leer el oficio del decreto.

Pbro. Adolfo Duque, quien era el párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

Pbro. Alberto Henao Valencia

Pbro. Luis Alfonso Rivera

Pbro. Reimundo Monsalve

Pbro. Manuel Giraldo

Pbro. Bernardo Arbeláez Saldarriaga.

 

 

Tres fueron entonces las razones para querer tener un templo en La Dalia:

1. En la recolecta que hacia el Pbro. Hernández, siempre el aporte de La Dalia era mayor. Con ello se demuestra que el sector tenía la fuerza y la pasión necesaria  para tener su propia Parroquia. 

2. El Movimiento Familiar Cristiano, de donde nació la idea y el Pbro. Gilberto Gómez quien era su director es quien animó e impulsó para que estas parejas iniciaran los trámites pertinentes.

3. Los festivales que organizaban los Zuluagas en honor a San Joaquín y Santa Ana.